viernes, 18 de febrero de 2011

Lo Justo para Betancourt

Organizando mis discos de salsa, encontré que tenía muchas producciones de Justo.
Sin darme cuenta he recopilado gran parte de sus temas, y es que verdaderamente me atrae su forma de cantar, su capacidad de improvisar, su "Bravura".

Fue esa "Bravura" la que hizo que sus compañeros de Fania lo respetaran: Pregúntenle a Rubén y a Miranda. Es esa "Bravura" la que me lleva a admirar su estilo, porque "Pa’ Bravo él" y "Pa´justo…que me dejen a mí homenajearlo".

Es asunto de justicia, de reconocer la trayectoria de este matancero, que mantuvo dentro de la vanguardia salsera, el mejor montuno. Sus álbumes no vendieron como los de Willie Colón, ni se vio envuelto en escándalos que ayudaran a una estrategia de marketing, como Maelo y Héctor. No obstante, Justo Betancourt fue y será grande. Sino me lo crees, escúchalo cantar "Mayari", Que lindas mujeres tiene Mayarí, junto a la Orquesta Harlow, en la producción grabada en vivo titulada "Live in Quad" (FA472); o interpretar el tema "Tú y tu guarapo" en "Los Dinámicos", junto a Johnny Pacheco.

Oírlo envuelto en la rumba y la guaracha, es fascinante. Busca el disco "Ubane" el cual grabó junto al conguero Mongo Santa María, un trabajo poco comercial pero de mucha valía. Ese canto de solar lo aprendió a los dieciséis, siendo vocalista de la agrupación Guanguancó Matancero.

En los años de Gloria de la salsa, no en vano, Pacheco y Masucci decidieron integrarlo en un LP estratégico. Ese es el famoso "Recordando el ayer" donde el más exigente melómano cae bocarriba cuando escucha antológicas composiciones cubanas con el color salsero, interpretadas por él y la reina Celia. También están presentes en este trabajo Johnny Pacheco y Papo Lucca. ¿Verdad que es un banquete?

Tú, el salsero que "me lees" sabes que tengo razón cuando escribo que el legado de este hombre es inmenso. El que no me lee también lo sabe, como también sabe que solo pido lo Justo para Bentancourt, que quiero rendir tributo a la calidad, y a un currículo conformado por experiencias vividas en las orquestas de Orlando Marín, de Johnny Pacheco, como corista, de La Sonora Matancera, de Eddie Palmieri como corista, de Ray Barreto como corista y Alfonso Salinas como corista, para luego convertirse en el primer cantante solista de Fania Records.

Es asunto de justicia. Es enaltecer su inigualable presentación con Las Estrellas de Fania en el famoso concierto Roberto Clemente de San Juan, Puerto Rico, donde cantó "Echate Pa´lla", y aquel de 1975 en la ciudad de Nueva York donde interpretó "Yo soy la Candela". Es darle los laureles a su versión de "Cara de Payaso", en el disco Tributo to Tito Rodríguez" de Fania All Stars, y a su grabación más importante, el clásico "Pa´Bravo yo", compuesto por Ismael Miranda y producido por Larry Harlow: "Pa´Bravo yo…/Yo que soy mulato oscuro/ tengo la mente en mi sitio/ y estoy bueno de salud/ Pa´Bravo yo…/ Yo que tengo sentimiento, / tengo sangre de africano/ y canto con gran virtud. / Pa´Bravo yo…/ Yo que se lo que es la conga/ el cencerro y el bongó…"
"Pa´Bravo yo" es una obra de 1972, que visualiza el carácter rebelde que mostraba la reciente explosión musical latina en Nueva York, donde, sin olvidar la tradición, Justo se inserta a la malicia del barrio y por supuesto, deja claro que él es un sonero que hay que respetar.

La historia se la debe, los salseros se la debemos. Le debemos un sitial exclusivo en el salón de los soneros. A la hora de contar los sucesos de la salsa, le debemos un capítulo más amplio a Justo Betancourt.


Justo Betancourt
POR ALEXIS MÉNDEZ

viernes, 11 de febrero de 2011

MAMBO

Mambo. Su definición etimológica nos dice que se trata de una palabra de origen africano, que algunos traducen como "conversación con los dioses", y que era (y es) utilizada habitualmente por los músicos como sinónimo de improvisación.

En la Salsa, se llama también "Mambo" al momento musical en el que se toca al unísono con la sección de ritmos, y que sirve como enlace entre dos partes improvisadas.
Pero hablemos del género musical propiamente dicho, hablemos de Mambo.


El Mambo surge como una modificación rítmica y orquestal del Danzón Mambo o de Ritmo Nuevo de la Charanga de Arcaño y sus Maravillas y fue popularizado mundialmente por Pérez Prado y su Jazz Band Latino desde México, a principios de la década del 50.
Este ritmo sincopado surgió en el año 1938 del ingenio de los hermanos Orestes López e Israel López (Cachao) miembros de la Charanga de Arcaño y sus Maravillas. Ellos enriquecen la tercera parte movida del danzón con la incorporación de un "estribillo" o "montuno" sincopado. Cada vez que necesitaban repetirlo decían "vamos a mambear"; a esta parte movida la llamaron "sabrosura" o "mambo".

A este Danzón en la orquesta de Arcaño le llamaban Danzón de Ritmo Nuevo o Danzón Mambo.
Es importante apuntar que no es sólo en la Orquesta de Arcaño donde se experimenta con el Mambo, en las décadas del 30 y el 40, músicos como: Arsenio Rodríguez (quien le dio a la conga categoría de instrumento fundamental en la sonoridad cubana) trabajó "el diablo" que ejecutaba su conjunto en los Montunos de sus temas, Bebo Valdés en sus arreglos para la orquesta Kubaney en el ritmo Batanga y René Hernández arreglista de la orquesta de Julio Cuevas estaban en la búsqueda de una nueva sonoridad.


Arsenio alegó, en 1955 en la revista cubana Bohemia, que él estuvo experimentando con un sonido nuevo desde el 1934 y que lo desarrolló a plenitud en el 1938. En el 1940 Arsenio reconceptualizó los Septetos al agregar dos trompeta, un piano y una tumbadora y cambiarle el nombre a Conjunto. Esta formación instrumental que cambio para el resto de siglo la sonoridad de la música del Caribe, proveía la armonía necesaria para El Son Montuno de Arsenio, llamado "el diablo".

MAMBO CONT.


En el 1948 Pérez Prado alquiló el teatro Blanquita de México y anunció un programa titulado Al Son del Mambo con el cantante Benny Moré; así estos dos gigantes de la música cubana comenzaron a dominar el mercado musical Méxicano con sus Mambos cantados y sus apariciones en varías películas.

En el 1951 Pérez Prado lanzó al mercado el tema Rico Mambo que fue su primer éxito fuera de las fronteras Méxicanas y lo convierte en un artista de fama mundial. Pérez Prado toma el Mambo de Arcaño, lo superpone al ritmo de cuatro por cuatro del swing americano y lo convierte en el baile de salón por excelencia de la década del 50. Su orquesta, en el sonido de los metales responde al Jazz a la Kenton (los saxofones al unísono en el registro grave y las trompetas en el agudo), pero en la percusión al ritmo sincopado cubano.

El investigador Cristóbal Díaz nos explica la diferencia entre Pérez Prado y Arcaño: "es evidente que Pérez Prado "usó" la palabra que se había popularizado alrededor de la orquesta de Arcaño, pero no es tan claro el que su música fuese lo que Arcaño llamaba mambo o tercer parte del danzón. Hay muchas diferencias, empezando por la orquestación, a base de violines y flautas en Arcaño, y de metales en Pérez Prado; Arcaño es cadencioso y Pérez Prado es nervioso y muy rápido".

MAMBO FIN


Para fines de los años 40 y principios del 50 las orquestas de Machito, José Curbelo, Pupi Campos, entre otras del circuito de Nueva York, se entregan a este ritmo y lo convierten en la fiebre de los bailadores de la ciudad hasta mediados de los años 60. Tito Puente y Tito Rodríguez con sus orquestas fueron las reyes indiscutibles de los salones de baile en los años 50 y principios de los 60 gracias, en gran medida, al Mambo. Las orquestas de Nueva York ejecutaban un Mambo más orientado al Jazz, mientras que el ejecutado por las orquestas radicadas en Cuba, como la Riverside y la de Bebo Valdés tenía un sonido más típico (de conjunto).

La pasión por el Mambo desarrollada en Nueva York, llega hasta nuestros días del brazo del bailarín Eddie Torres.

En palabras de Elvira Domínguez para www.justsalsa.com:
” En los años cincuenta el "Mambo" se desarrolló en la ciudad de Nueva York, donde se fusionó con otros ritmos existentes, destacando entre éstos el "jazz". Los mayores representantes del "Mambo" en la ciudad serian Tito Puente, Tito Rodríguez y Machito. Algunos bailarines del Palladium se convirtieron en bailarines profesionales, entre éstos destacar Millie Donay y Marylin Winters, Augi y Margo, "The Mambo Aces" o Bobby Benson, quién introdujo pasos de "Jazz" al baile del "Mambo". Entre los bailarines Cubanos destacar Raquel y Rolando, Maria Antonieta Pons, Ninon Sevilla, Chelo Alonso o Tongolele, procedente de Haiti. A partir de entonces muchos nombres más se añadirían a la lista de responsables de la historia del "Mambo", destacando entre éstos a "el maestro de los maestros" Eddie Torres, quién como muchos otros ha dedicado su vida a mantener EL MAMBO.”"

Existen claras diferencias musicales entre el Mambo de Perez Prado y el que llega a nosotros a través de las interpretaciones de las Orquestas de Nueva York. En su momento el Mambo de Pérez Prado tuvo claras influencias de las orquestas norteamericanas de swing, y por esa razón no fue muy aceptado en Cuba, donde se preferían los Mambos de Bebo Valdés tocados por la Riverside, siendo ese el motivo fundamental de su marcha a tierras Mejicanas. Como ya hemos mencionado, el Mambo en Nueva York se desarrolló a traves de las Orquestas de baile, muy influencidas por el jazz.

El esplendor del Mambo y posteriormente el Chachachá, recorrió el globo durante dos décadas para terminar a principios de los sesenta, en favor del Boogaloo, la Pachanga y posteriormente de ….. LA SALSA!!!