domingo, 22 de julio de 2012

El fenomeno Sin Niombre


                                                                                              Por Vic Rodriguez El Chevere de la Salsa


Un nombre que llego a ser más importante que la música:
Salsa
Represento un vivo estado de ánimo
Salsa
Un Fenómeno que creó una moda
Para la gran mayoría de los músicos caribeños que habían logrado nombre y prestigio en la década de los cincuenta, la salsa no existía, era tan solo música cubana vieja. Tocada con ciertos arreglos novedosos. Los cubanos que en el segundo lustro de los setenta volvieron a establecer contacto con la comunidad del Caribe. Sintieron la avalancha salsera como una trampa y una agresión.
      El pasaporte de lo Cubano se lo dieron a lo popular, el folclor no pudo viajar.
    La música popular tiene que ser analizada en el contexto global que ella supone, mal se puede medir valor desde una estricta perspectiva musical sin tomar en cuenta los marcos de la comunidad que la produce y disfruta. La cual a la larga es la que importa.
      La música popular supone un proceso continuo de evolución y esto de cualquier manera obedece una tendencia natural; Las evoluciones dentro de la música popular como la folclórica son tan necesarias como inevitables. La música popular difundida y producida a través de la industria del disco, siempre ha sido encasillada en categorías que por obedecer a primarios intereses comerciales, escasamente han logrado definir con propiedad el objeto que se goza y escucha.
Los años 40
          Las primeras manifestaciones que comenzaron a brindar un sonido exclusivamente urbano, se escucharon de manera aislada, en la década de los cuarenta. Este sonido se debió en demasía su carácter a las orquestaciones del Jazz norteamericano de la época. De cualquier manera se funcionaba al margen del barrio. En Cuba las orquestas de avanzada tampoco trabajaron en función del barrio. La Casino de la playa, por ejemplo, considerablemente americanizada, siempre actúo en los predios de los “blanquitos” animando con todo sobriedad, sus fiestas y bailes.
Los años 50
      La música producida en la década de los cincuenta estuvo determinada por su espectacularidad. Cuidad caracterizada por la fiesta fácil llena de clubes y cabarés; donde los turistas norteamericanos gastaban muchos dólares. Ciertamente la música tenía raíz popular, obligando a que esa misma música no terminara en los mismos sitios que la originaron.
·         Los que pagaban eran otros y para ellos se tocaba (no para el barrio bailador).
·         Sus letras inofensivas repletas de negritud disfrazadas para su venta turística.
·         Todo era “glamour”, en especial El Tropicana ahí el barrio no estuvo presente. En los lujosos clubes de Cuba, N.Y. y Venezuela. El carácter definitivamente popular, estaba mediatizado. No se reflejaba el autentico barrio, jamás se hizo presente. Esto desapareció en los sesenta cuando las grandes orquestas cayeron en decadencia junto con los cabarés.
Los años 60
            La expresión que había nacido en Nueva York, logro alcanzar su primer grado de madures. Con sonidos y características especificas. Resulta evidente pues que la expresión que recién nacía todavía, sin nombre oficial de SALSA. El nombre es pura conveniencia, aunque hoy día puede constituir una necesidad comercial. En cuanto al uso de SALSA como expresión podemos decir que este es uno de tantos términos como fuego, sabor, azúcar. Que al igual que el ole en flamenco, expresan un vivo estado de ánimo. De modo que bien pudo esta música haber sido llamada cualquier de estos términos como dijo Eleazar López Contreras.

El Fenómeno sin nombre:
       Todo el proceso comprendido entre 1965 y 1970, nos evidencia suficiente la procedencia del barrio. Fue un periodo confuso lleno de búsquedas y de no pocos intentos fallidos en todo proceso, el barrio fue el hilo conductor. Las letras volvieron a cobrar la autenticidad que había perdido por culpa del “glamour”. Los arreglos lejos de imbuirse en alardes esteticistas trataron cada vez más de producir los sonidos de la calle, ruidos estrepitosos, que conformaban la cotidianidad. Los músicos que ya no eran ni artistas, ni estrellas, surgieron como simples personas populares. Elementos comunes que iban de la calle a la tarima, sin pose ni fanfarronerías, No siempre lo hicieron bien, pero también es innegable que dejaran de representar plenamente a todos esos ciudadanos que compartieron con ellos la vida del barrio.
     Por supuesto todo este proceso era difuso y como todo periodo de transición estuvo sometido a los más diversos variantes. Todavía la salsa no era definida como tal y para la mayoría de los expertos era tan solo la última etapa de la decadencia después de toda aquella gloria de los big bands y los cabarés. Sin embargo en estos años ocurrió un fenómeno interesantísimo y de una importancia capital, la expresión que nació de manera rudimentaria en Nueva York fue rápidamente asumida por los barrios de las grandes ciudades del Caribe; en un proceso bastante espontaneo hecho al margen de lardes publicitarios, modas y esta identificación ocurrió simplemente porque el barrio latino de Nueva York era muy semejante a un barrio de una ciudad caribeña.
    Los cubanos que torpemente entendieron la expresión como una simple moda pasajera que vilmente les usurpaba su patrimonio musical. Alegaron que ya Ignacio Piñeiro había utilizado la  palabra en su clásico son: “Échale Salsita” publicado a finales de la década de los veinte. En Nueva York unos cuantos oportunistas comenzaron a jactarse el haber parido de la nada el fulano termino. Sin embargo comercialmente hablando, el nombre fue utilizado por primera vez en Venezuela cuando Federico y su Combo, publico en junio de 1966 su disco “Llego la Salsa”. Así mismo el locutor Phidias Danilo Escalona ya había popularizado en Radiodifusora Venezuela su programa La Hora del Sabor. La Salsa y el Bembé, primer espacio radial.
En Nueva York Pupi Legarreta con su charanga también fue de los primeros en utilizar el término en un disco. Los hermanos Lebrón con su disco Salsa y Control, el termino sin embargo, cobro definitiva importancia en el 1975 cuando la compañia Fania el imperio disquero que arropo y controlo el boom comercial publico con su película Salsa.
La salsa es una forma abierta capaz de representar la totalidad de tendencias que se reúnen en la circunstancia del Caribe urbano de hoy. El  barrio sigue siendo la única marca definitiva entendiéndose que el fondo se trata de música popular, una expresión que responde a las características y exigencias a todo lo largo del continente en esto no existen abismos insalvables, la unión es estrecha el puente es el único permanente y sobre todo es inmerso la expresión se llamo Salsa y no Bembé y hacer problema de eso es perder el tiempo.

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